El torneo de 1990 comenzó a marcar la línea sobre la cual seguiría el rumbo de la categoría en los siguientes años.
Finalmente la marca Chevrolet obtenía una ventaja que daba muy buen resultado , disminuyendo fundamentalmente las roturas que eran tan comunes en los motores 250 por tener que trabajar a un alto régimen de revoluciones para poder ser competitivos.
El beneficio estaba en la posibilidad de contar con relaciones de caja diferentes para poder aliviar el régimen de vueltas.
Para no dejarlos relegados , a los Dodge se les otorgaba igualdad de compresión respecto de las demás marcas y la posibilidad de contar con un peso inferior.
Sin embargo en la quinta fecha se iban a modificar los valores de pesos minimos , generando descontento en los usuarios de Chevrolet , marca que venía dominando claramente hasta esa carrera.
Por otra parte con esta medida se buscaba contrarrestar la presencia de acompañantes de bajo peso , medida que implementó como precursor Roberto Mouras para alivianar el peso de marcha.
Con todos los cambios las victorias quedaron repartidas entre Chevrolet y Ford , pero hubo un piloto de cada marca peleando por la corona lo cual incrementó el interés de la mayor parte del público.
La temporada comenzó con una entretenida carrera en Santa Teresita pero nuevamente se recibía un sacudón a raíz del accidente de Oscar Angeletti , que milagrosamente zafaba del golpe pero quedaría fuera de la práctica automovilística.
Este era un aviso más al cual nadie le prestó demasiada atención y el show continuó con los habituales taludes o montículos de tierra al costado de la ruta en cada semipermanente.
El campeonato tuvo como dominador a Roberto Mouras durante las primeras fechas cuando hilvanó tres victorias en forma consecutiva y se escapó con una notable diferencia al frente del torneo , sin embargo una serie de abandonos permitió a sus rivales acercarse y darle mayor interés al desarrollo del campeonato.
En ese momento Mouras recibe una suspensión por el incidente protagonizado en Buenos Aires en la octava fecha y a partir de allí el “príncipe“ de Carlos Casares pareció perder motivación comenzando a ceder terreno , contrariamente a lo que sucedía con Satriano y Morresi , quienes junto a Castellano estaban en pleno ascenso.
Precisamente el campeón fue quien emergió con su Falcon naranja y arremetió contra Mouras logrando triunfar tres veces seguidas , pasando a liderar el torneo.
Parecía que la vieja contienda entre estos clásicos rivales podría volver a reflotarse , ahora con otras marcas , para deleite del público , pero había alguien más que se iba a sumar a la discusión , y ese piloto era Emilio Satriano.
Extrañamente el de Chivilcoy se había mentalizado de un modo diferente para este torneo logrando sumar muy buenos puntos al inicio hasta que surgiera su chance de ganar , y cuando su auto le dio esa posibilidad la aprovechó al máximo.
Hasta la decima fecha no había podido imponerse pero no quiso ser menos que sus rivales y se alzó con cuatro triunfos seguidos lo que le permitió disputarse la punta del torneo con Castellano y superarlo en el tramo final.
Satriano ganó de manera inobjetable y contundente en algunas carreras (caso Balcarce) y con cierta fortuna en otras (como Bahia Blanca al quedarse Castellano) , lo cierto es que todas las penurias sufridas en años anteriores parecían estar totalmente fuera de foco y de alguna manera la fortuna le hacia un giño cómplice en el momento de la definición (autódromo de Buenos Aires , fecha 16 , Satriano se despista en la serie y no suma puntos , Castellano queda afuera de la final por una goma rota).
Muy destacable y ejemplar resultó el accionar del equipo de Chivilcoy cuando , a pesar de estar prendido Emilio en el torneo y no haber ganado , no emitieron orden alguna como para que Luis Hernandez se deje superar en la carrera de Buenos Aires (fecha 8) y de esta manera le brindaron la mayor satisfacción de su trayectoria al corredor de Nicanor Otamendi.
El Turismo Carretera coronó a un campeón merecido que le devolvió la alegría a los sufridos hinchas de Chevrolet quienes no festejaban tal logro desde el campeonato de Francisco Espinosa , justamente a comienzos de la década de los 80’.
Por primera vez una cupe Chevy llevaría el preciado número 1 pintado en sus laterales.
Estadísticas del torneo | |||
Pos. | Nro. | Piloto | Pts. |
1 | 4 | Satriano, Emilio | 263 |
2 | 1 | Castellano, Oscar | 252,5 |
3 | 7 | Mouras, Roberto | 236 |
4 | 10 | Morresi, Osvaldo | 204,5 |
5 | 11 | Hernandez, Luis | 190 |
6 | 17 | Ramos, Eduardo | 175,5 |
7 | 3 | Aventin, Antonio | 155,5 |
8 | 28 | Marcos, Eduardo | 144 |
9 | 21 | De Benedictis, Juan | 138 |
10 | 12 | Pernia, Vicente | 129,5 |
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