Todo fue para Chevrolet en el Autódromo de Buenos Aires, donde el TC corrió la última del 97. Muy temprano, Juan María Traverso, el campeón anunciado, terminó de darle forma al título, por lo que seguirá luciendo el 1 en la puerta de su auto todo el año que viene. Al mediodía, Carlos Garrido ratificó su buen trabajo en la clasificación del sábado y ganó una carrera muy entretenida, que recién quedó definida con la bandera a cuadros. La corona para Traverso, la quinta que consigue y la tercera consecutiva, se definió en horario para madrugadores. Eran las 9.12 cuando los hinchas de Chevrolet empezaron a ondear las banderas para saludar el paso del Flaco, triunfal pese al modesto séptimo puesto. Con esa posición, Traverso había ganado los dos puntos que necesitaba para ponerse el campeonato en el bolsillo. Aunque parezca mentira, el auto de Traverso rindió tan poco que necesitó una ayuda involuntaria -un toque entre Acuña y Urretavizcaya, que le hizo perder varias posiciones a éste- para definir todo antes de la final. Vine cuidando muchísimo porque temía que se rompiera el motor, alcanzó a decir el (reiterado) campeón mientras recibía los abrazos de sus colaboradores. El hecho de haber llegado a la carrera final con una ventaja decisiva puede dar la impresión de que el campeonato fue muy fácil para Traverso. Pero no fue así.
1 - J. M. Traverso: 213 puntos
2 - V. Pernía: 201 puntos
3 - L. Minervino: 196 puntos
Después de haber conseguido su tercer campeonato consecutivo con Chevrolet, se confirmaron los rumores y el año 1998 vio a Traverso a bordo de un Falcon luciendo el 1 en sus laterales, y la Chevy campeona descansa desde fines del 97 en las galerías del Museo J. M. Fangio de Balcarce para regocijo de los fanáticos.
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