jueves, 10 de mayo de 2012
ARMANDO JOSE RIOS
Nació en Necochea, es sobrino de Benedicto Campos, aún cuando entre ellos no hubo ningún contacto efectivo que lo impulsase al automovilismo deportivo.
Nunca supo de mecánica ni le interesó otra cosa que las elementalidades para no quedarse en el camino cuando salía con su Mercury a simples viajes de negocios y de turismo.
De carreras, completamente nada, hasta que un buen día se le ocurrió anotarse en el Gran Premio Standard 1957 con ese Mercury, que era su único coche. Abandonó pero tuvo en cambio, la enorme satisfacción de haber ganado por lo menos una etapa.
Ya estaba encendida la llama de su entusiasmo, y se inclina violentamente hacia el TC alquilando el Ford de Esteban Sokol, con el que se inició en 1958, corriendo en Tres Arroyos con resultado negativo. Su muy escasa fortuna se mantiene durante cuatro años, en los que junta toda clase de calamidades, que van desde los motores destripados hasta las desgracias personales.
El balance lo muestra con 14 presentaciones en las que tiene como mejor ubicación un séptimo puesto que no dice completamente nada sobre su futuro. Entonces nadie se acordaba que era el sobrino de Benedicto Campos.
Recién en 1961 tuvo la satisfacción de la victoria logrando triunfos en Mar del Plata y Tres Arroyos, ambas a extraordinario promedio que le acuerdan títulos de velocista que en verdad le perjudican, porque Armando J. Ríos tiene en cambio una fina sensibilidad en el volante, que podría llegar a convertirlo en un piloto de recursos en los mas sinuosos circuitos, para transformarse en un buen piloto pistero. Todo esto lo logró con un modelo Chevrolet 38.
Ese concepto se refrenda con el recuerdo de su triunfo en la prueba de clasificación de Pehuajó, su tercer puesto en el autódromo, donde con su rutera fue escolta de los pisteros Devoto y Piersanti; su segundo puesto en la dificilísima pista de Bahía Blanca, donde escoltó por escacísima diferencia a Piersanti, pero igualando en tiempo de clasificación a Ampacama.
La suya parecería una calidad que va madurando hacia una mayor sobriedad en la conducción que frene los impulsos que alguna vez lo han perjudicado.Esa madurez se nota en la evolución de sus recursos, que en el último ejercicio le permitieron acreditar tantos puntos como le acreditaron con bastante comodidad el título de Sub-Campeón Argentino de Carretera.
Para llegar a él, tuvo como mejores, las victorias en Arrecifes, San Antonio de Areco, Junín y Tres Arroyos, mas las segundas colocaciones en Necochea, Mercedes, y Córdoba.
Armando Ríos siguió participando en el TC hasta 1968 con algunos buenos resultados parciales pero sin lograr victorias, a pesar de haber reformado el Chevrolet para mezclarse con las cupecitas aerodinámicas.
VICTORIAS EN EL TC
6/8/61 - Mar del Plata
17/9/61 - Vuelta de Tres Arroyos
27/5/62 - Vuelta de Arrecifes
29/7/62 - Vuelta de San Antonio de Areco
12/8/62 - Vuelta de Junín
7/10/62 - Vuelta de Tres Arroyos
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RIOS GANÓ LAS CARRERAS DE SAN ANTONIO DE ARECO Y JUNIN POR 1 SEGUNDO DE DIFERENCIA SOBRE LOS EMILIOZZI. QUE ALEGRÍA ENORME TUVE EN ESOS DÍAS, ESCUCHABA TODAS LAS CARRERAS. TAMBIEN LO VI GANAR EN TRES ARROYOS. QUE PALIZA LES DIÓ A LOS FORES !!! ERA UN GRANDE DEL CHIVO !!!
ResponderEliminarViví en Areco. Vi junto a mis amigos, esa carrera. Emiliozzi saludaba al publico regulando, a metros de la llegada. Yo pensaba, tanta ventaja lleva? Ríos, pariente muy lejano, le gano por un segundo. Me quería morir, cómo fanatico de Ford. Tanto que me agarré a piñas con un amigo hincha del chivo. 56 años pasaron. No lo puedo creer. Nostalgia dicen.
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