lunes, 10 de diciembre de 2018

Analizando el año del campeón


En una final para el infarto, Agustín Canapino se consagró tricampeón de la categoría en el autódromo de San Nicolás tras subirse al segundo escalón del podio. El camino del arrecifeño hacia la gloria en la temporada 2018.



Si a principio de año te decían que Agustín Canapino (Chevrolet) iba a ser campeón, seguramente no lo ibas a creer. Es que, pese haber finalizado cuarto en la final del Turismo Carretera en Neuquén, los resultados no eran los esperados para el piloto Arrecifeño y el material aún era demasiado crudo como para hacer un análisis sobre los primeros pasos en un calendario que iba a tener muchos condimentos.

Viedma, San Luis, Concepción del Uruguay y Posadas quedaron en el olvido para el actual tricampeón de la categoría. Al contrario de los resultados en las clasificaciones y las series, Canapino no podía finalizar las carreras más adelante del 15º puesto.

En Concordia, la suerte dio un giro de 180º grados. Fue como si hubiese caído un telón a espaldas del Titán y hubiese tapado los primeros registros de la Etapa Regular.

El puntapié inicial para encaminarse directo a la Copa de Oro fue la victoria en los 1000 Kilómetros de Buenos Aires, el requisito necesario para proclamarse campeón. Junto a la gran actuación de Martín Ponte y Federico Alonso, Agustín Canapino obtuvo el triunfo que le abrió el camino directo a la tercera gloria en el Turismo Carretera. Sin embargo, aún le restaba sortear un obstáculo.

El potencial del motor en la 14º fecha, la cual se disputó en El Villicum, no le permitió rendir bien durante el viernes y el sábado. No obstante, el domingo escaló con firmeza y finalizó décimo. Si, el sueño aún se mantenía vivo.

En San Nicolás esperaba que no se repitiera la historia de San Juan. Si bien los registros en la primera jornada no fueron los esperados, el campeón no perdió esa esperanza de mejorar: "Tengo un motor muy bueno", dijo en Campeones por Radio Continental.

El domingo, Canapino largó la serie junto a José Manuel Urcera (Chevrolet), con quien se vio involucrado en un incidente y posteriormente debió abandonar. Pero no estaba todo dicho, aún faltaba la final.

Minutos antes de que empiece la última carrera del año, el piloto arrecifeño, junto a Alberto Canapino, decidió colocar las gomas para lluvia por si comenzaba a caer gotas durante la última competencia del año. La decisión justa para el momento justo.

Tras largar al final del pelotón, y después de que varios pilotos ingresaron a boxes para realizar el cambio de neumáticos, el Titán avanzó hasta el tercer puesto. Cerca del final, Emanuel Moriatis (Ford) abandonó y esto ayudó a que escalara una posición más. Estaba todo dicho.

Es el campeón y se consagró con su propio estilo, a lo Agustín Canapino.

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