martes, 15 de octubre de 2019

Canapino le dio el triunfo 400 a Chevrolet


Desde el 12 de octubre de 1940, cuando Juan Manuel Fangio venció en el GP Internacional del Norte, hasta la competencia en el autódromo de San Nicolás, en la que se impuso el tricampeón arrercifeño, la marca del Moño festejó 400 veces en la máxima categoría.



Con su décima victoria en el Turismo Carretera, en el autódromo de San Nicolás, escenario de la 13ª fecha del año y tercera cita de la Copa de Oro, Agustín Canapino le dio a Chevrolet el triunfo 400 en la categoría.

El primer halago fue hace 79 años, cuando Juan Manuel Fangio cruzó la meta en Luján y se adjudicó el Gran Premio Internacional del Norte, a bordo de una cupé Chevrolet 1940, el 12 de octubre de ese año.

Tras 9.445 kilómetros de competencia, que estuvo divida en 13 etapas, con largada en Buenos Aires -en el estadio de River Plate- pasando por San Miguel de Tucumán, La Quiaca, Villazón, Potosí, La Paz (Bolivia), Arequipa, Nazca, Lima (Perú) y regreso a la Argentina, el Chueco se impuso con un tiempo de 109h36m16s, por sobre Daniel Musso, con Ford, y logró su primera victoria.

A partir de allí, comenzó la historia triunfal de la marca del "Moño" en el TC. En el 1948, por caso, Domingo Marimón se impuso en otra competencia que quedó en la historia: el Gran Premio de América del Sur, más conocida como La Buenos Aires-Caracas, con una cupé Chevrolet 1939. Por ese entonces, "Toscanito" creó el apodo "Chivo", que hoy es sinónimo de la marca, en alusión a cómo su máquina trepaba con cierta facilidad las montañas.

La década del 50' estuvo signada por los Gálvez y los Emiliozzi, defensores de Ford, y algunos defensores de Chevrolet les daban pelea con sus cupés, como Eusebio Marcilla, Marcos Ciani, Jorge Descotte y Pablo Guille, entre otros. En los 60', otros baluartes desafiaban a los del Óvalo: Juan Manuel Bordeu, con su Coloradita; Carlos Pairetti, Jorge Pena y Félix Peduzzi, por ejemplo.

Pero el 13 de marzo de 1965, en el autódromo de Buenos Aires, Jorge Cupeiro iniciaría una nueva era en el TC con un triunfo que marcaría la historia, al mando del "Chevitú". Desde ese momento, el TC iniciaría el recambio generacional. De las Cupecitas, las que hicieron la historia grande, se pasó paulatinamente a los autos compactos y a los Prototipos. Pronto se conocerían al Cuadrado, la Garrafa, el Barracuda y el Trueno Naranja.

El 18 de abril de 1971 sería otra fecha icónica en la historia del TC. En la Vuelta de Salta, Néstor García Veiga venció con una Chevy 4 puertas, en lo que sería el primer éxito del modelo que, hasta el día de hoy, despierta la misma pasión en los fanáticos de la marca. El 9 de julio de 1972, en la Vuelta de Chacabuco, Carlos Marincovich ganó con una cupé, la cual fue restaurada y presentada hace unas semanas.

En 1976, y en medio del dominio de Ford con los Falcon preparados por el "Polaco" Herceg, Roberto Mouras, con la famosa cupé Chevy conocida como "El 7 de Oro", lograría una serie de seis victorias consecutivas, algo que, hasta hoy, nadie igualó. Desde el 25 de abril, en la Vuelta de 25 de Mayo, pasando por Bahía Blanca, Las Flores, Olavarría y Laboulaye, hasta el 10 de octubre, en la Vuelta de Olavarría, el TC no conoció a otro ganador.

En los 80', además de Mouras, apareció otro piloto con la marca que sería uno de los ídolos máximos: Emilio Satriano. El 19 de abril de 1981, en Olavarría, el "Obispo" consiguió la primera de sus 27 éxitos con Chevy. Cuatro de ellos fueron en 1990 (Balcarce, Lobos, Bahía Blanca y Olavarría), año en el que se consagró campeón.

Una década después, Chevrolet tuvo una proliferación de hombres que, años después, al igual que Mouras y Satriano, sus rostros quedarían plasmados en las banderas de La 15, hinchada de la marca, por sus logros y fidelidad con el modelo: Luis Minervino, Osvaldo Morresi y Juan María Traverso. Pero el 8 de junio de 1997, un triunfo en Nueve de Julio, indicaría, sin saberlo, el nacimiento de un nuevo idilio hacia un representante del "Moño".

Guillermo Ortelli, quien ya había conocido las mieles de la victoria con Ford, dominó aquella carrera y empezó a escribir una de las historias más románticas entre los fanáticos y un piloto, la cual se extiende hasta por estos días. Luego, también llegarían referentes como Marcos y José Luis Di Palma, Christian Ledesma, Matías Rossi y el mismo Canapino, quien, con su primer halago, el 28 de noviembre de 2010, se consagró por primera vez en la máxima.

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